15 de febrero de 2013

Buenos vientos


Enésimo día del cuaderno de Bitácora:

El mar está en calma. Llevamos ya varios días en alta mar y el sol sigue brillando en la proa. Cada uno de los dos tripulantes tiene bien establecida su función que resulta multidisciplinar en ambos casos. El rumbo quedó marcado la semana pasada y todavía hoy lo seguimos con buen viento.

Los paseos en cubierta se mezclan con esporádicos baños en el calmado mar. De vez en cuando se acercan embarcaciones amigas a echarnos una mano. Recibimos desde apoyo logístico hasta nuevas cartas náuticas y mapas que nos invitan a idear nuevos proyectos y a pensar en esos destinos. Esta semana la cocina del Barquito se ha visto gobernada por manos amigas que nos han hecho degustar suculentos manjares y una buena compañía, ayudando de esta forma a que el trabajo de sol a sol se hiciera más agradable.

Hoy desde el Barquito queremos agradecer todo ese apoyo de la gente que nos rodea. Esa gente que nos da ideas, que nos sigue de cerca, que nos ofrece sonrisas y que sopla para que el humo y el viento de sus palabras nos siga impulsando hacia mar adentro.

4 de febrero de 2013

Guiados por Sirius

Espai Jove la Fontana
Hace poco más de un mes que el Barquito Comunicación dejó los astilleros para hacerse a la mar. La gestación fue casi un proceso natural, un paso lógico en un camino que empezamos al embarcarnos en el Máster en Periodismo de Viajes hace ya un año.

Finalmente a principios de este 2013, tras sopesarlo durante las siestas navideñas, apareció el Barquito, formado por dos personas cargadas de energía, una idea muy clara y poco más que un par de ordenadores útiles, algún material que otro de grabación y un dominio registrado en Internet.

Nos pusimos manos a la obra, y en una de las primeras reuniones decidimos trabajar en algún lugar más adecuado, que no fuera la mesa de un bar o un rincón en la cocina. Así que, guiados por el instinto o por Sirius, la más brillante de las estrellas, quedamos un lunes a las seis de la tarde en el Espai Jove la Fontana, en Gran de Gràcia. Quisieron la suerte y la casualidad que se estuviera iniciando un vivero de empresas y que a nosotros se nos ocurriese preguntar.

Así es como, en cuestión de una semana, ya disponíamos de un despacho, con teléfono, acceso a Internet y un servicio de asesoría por parte de Barcelona Activa. La mezcla de ingredientes perfectos para que dos emprendedores puedan apostar firmemente por su idea y generar la dinámica necesaria para empezar a moverse.

Ahora llevamos cuatro semanas en la Fontana y podemos decir que es nuestro hogar. Aquí hemos empezado a desarrollar ya tres proyectos paralelos, y vamos día a día, estructurando y dotando el Barquito de las herramientas necesarias para seguir creciendo.

Esperamos que las sinergias nos sigan llevando mar adentro y que Sirius nos siga inspirando en nuestros próximos pasos.

La Fontana desde la plaza que hay detrás. Un pequeño oasis de tranquilidad en medio del Barrio.